EL HAMBRE

el hambreEl hambre es una reacción natural de supervivencia ante la necesidad de nutrientes. Sea que no entran (no comemos) o sea porque el alimento entra pero no se absorbe.
Tal y como se está viviendo en el planeta, es una descompensación, producto de la falta de conocimiento consciente de esta relación con los recursos nutricionales.
Como vida partimos un ecosistema perfecto, del cual el conocimiento del asunto está muy claro. En el momento en que aparece la necesidad evolutiva de hacerlo consciente, empiezan los problemas. Estamos aprendiendo, con unas bases sociales que tienden al egoísmo…en el desarrollo de la libertad, la individualización…el fallo os lo digo constantemente, la no-consideración de esa identidad básica, nuestra base biológica. Hay que empezar por aquí.
El conocer consciente es realmente un reconocer… Todos estos principios los sabemos perfectamente, y pasan a la conciencia precisamente desde el reconocimiento. Cuando no es así, el producto es lo que vemos… Unos que comen demasiado, y otros que mueren de inanición.
Los problemas del mundo pueden ser simples adversidades o manifestarse como grandes desequilibrios. La diferencia es la voluntad consciente de seguir en el problema, habiéndose visto la manera de arreglarlo.
Estamos en un momento en nuestra evolución donde hemos de aprender el principio de lo justo, lo que se conoce como «la justa mesura». En lo físico ya está integrado por defecto. El aprendizaje ahora está en hacerlo desde la voluntad consciente.
El problema se resuelve desde las personas, pues parte de aquí, y no de las circunstancias. Puede empezar con un aumento de la población mundial, por las causas que sean, donde se requiere una optimización de los recursos energéticos. Comer es una necesidad para extraer la energía que nos permite seguir alimentando la vida. Esta extracción de recursos depende de nuestra capacidad de hacerlo. En un pequeño trozo de alimento hay energía para abastecer lo inimaginable. ¿Entonces? La lección es aprender a hacerlo según las necesidades que dependen de lo que estemos dispuestos a evolucionar. A partir de aquí se reflejan en lo que vemos, los recursos, y la cantidad de individuos que somos.
El hambre como problema existe para revelarnos que no sabemos ser justos conscientemente. Ni tan solo se manifiesta el querer saberlo, el planteamiento a que algo no estamos haciendo según nuestras verdaderas necesidades.
Cuando uno mismo viendo el problema, siente que algo no funciona, se plantea qué pasa. A partir de aquí aparecen respuestas, y uno es libre de intentar encaminar el conflicto o no.
Nuestras relaciones con el entorno es una química exquisita. El alimento existe en su expresión justa en el planeta, al tratarse de lo que mantiene la vida, es un valor de mínimo gasto energético. En cambio, también puede expresarse como abundancia…en los grandes banquetes que representan la vivencia de la abundancia de recursos, donde vemos que las necesidades físicas pueden convertirse en dependencia y esclavitud de uno mismo.

Desde el aspecto justo, hay recursos para todos, determinados por el desarrollo de nuestra capacidad de optimización, que depende del perfeccionamiento de los órganos internos encargados de extraer energía. Aprendemos a multiplicar dentro, y a dividir fuera…aunque parezca que deba ser lo contrario.
Así pues, el problema de la optimización es algo evolutivo, que nos permite ampliar la sociedad. Es perfectamente llevable, pues en la misma adversidad crecemos, y la optimización nos aporta más capacidad de comprensión (con el tiempo entenderéis esta analogía…). Es parte de nuestra evolución perfeccionar nuestras cualidades, y qué mejor hacerlo que en el día a día. Es un tema con un mismo.
El problema de lo justo también es un tema evolutivo, pero en este caso la expresión como problema (el hambre) es permitido desde la voluntad que sea así. Es un asunto entre personas, una expresión más de poder, como todas las que ponen en evidencia los recursos de la subsistencia.
Estos problemas son parte de nuestro aprendizaje de los principios del existir. Podemos justificar desde la evolución, pasar por una descompensación de los recursos si estamos aprendiendo a ser individuos. El egoísmo es una expresión extrema de la individualidad(no en exceso, sino en deficiencia. Dad tiempo a esto…). Hay quien necesite sentirlo para valorar la vida. No lo justifico…solo mirad donde podemos llegar libremente, aunque antes podemos escoger. El problema se hace extremo cuando, la persona ha aprendido la lección y sigue voluntariamente expresando el egoísmo por dominio.
Como siempre…son estos valores caducos sobre el poder… Se viven como una supremacía, cuando en realidad reafirman la dependencia. La diferencia es el punto de vista… Desde la vida, el que un ser se quede con los recursos de otro es dominio, lo vive como poder sobre el otro. Desde el desarrollo como individuo, el valor vida queda en su posición simbiótica, pues ya se ha solventado el conflicto con él. El individuo vive los asuntos relativos a la conciencia. A partir de aquí evoluciona hacia ser productor de su propia energía.

 

Escrito por Meritxell Castells 12/8/2013

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