CLAVES PARA ENTENDER EL MUNDO

El mundoUna vez restablecida la primera identidad, nuestra conducta empieza a ser distinta, simplemente porque hay más seguridad en uno mismo. La mayor parte de las conductas destructivas vienen por falta de esa fortaleza que te permite la voluntad de escoger. La ignorancia no da opción, en cambio cuando sabes, tienes la voluntad de escoger libremente.
La ignorancia es uno de los principales problemas del mundo. Cuando hablo de conocer, no me refiero únicamente a los libros. Acumular datos es una parte, que nos sirve para unas cosas. Aprender a saber es una virtud, que vamos desarrollando en nuestra evolución pues es saber llegar al conocimiento del entorno de una manera cada vez más completa. A lo largo de la historia vamos aprendiendo los principios de la vida, de la materia a partir del contacto con esta, que cada vez se va haciendo más completa. Las situaciones si nos fijamos son más menos las mismas, pero las vivimos en función a lo que despertamos de ellas. Por ejemplo, miramos un objeto, y podemos ver su función o podemos darnos cuenta de que está hecho de quarks. Si no suponemos que un objeto puede tener una función, o que el átomo no se queda ahí, no buscamos.
La voluntad hacia el conocer está en nosotros, y parece egoísta el motivo, pues es por asegurarnos la supervivencia. El conocimiento nos ubica, nos da seguridad del entorno, y ello nos prepara para la decisión más acertada.
Conocer nos hace conscientes…acordaos, no es acumular datos, es encontrar el sentido de las cosas, pues existe. Para ello, el primer aspecto es salir de la dualidad moral (bien-mal) con la que se clasifica todo. El sentido de que algo exista es cada vez más amplio y requiere que abramos esa puerta llamada «todo tiene un sentido en nuestra evolución» para que podamos verlo. La moral nos ha mantenido fuera de algunas acciones solo porque han sido clasificadas de destructivas…sin entenderlas. Aún así, se han manifestado, y los que las han fomentado han sido objeto de rechazo por los que defienden su aspecto moral. Ojo por ojo…no hay diferencia entre estas acciones, el mismo radicalismo del rechazo demuestra la falta de conocimiento del tema y fomenta a que la acción siga realizándose, al no haberse comprendido. La ignorancia no da opción, como os decía antes.
Saber que algo no está bien no es saber, pues lo que sabes es repetir un criterio. A partir de aquí entramos en una linea muy fina, pues nuestros fundamentos son valores, creados a través de observarlos de las leyes de la materia o por necesidades circunstanciales del momentos evolutivo. Si los creamos es porque los necesitamos, y aunque por defecto existan unas leyes que simplemente consideren el existir como válido, además de otras cosas que integran la vida, que protejan la supervivencia, etc, el desarrollo de la mente requiere que aprendamos a crear leyes, inspiradas en la vida, pero que se adaptan a nuestras necesidades del momento. Cuando estas leyes ya no son necesarias, porque suponen barreras más que avances, hay que saber dejarlas y crear nuevos valores.
Ahora estamos en este punto, para avanzar necesitamos romper con esta dualidad bien-mal. Los conflictos del mundo se están disparando, y lo que está pasando es que el odio crece, porque hasta los que valoran los asuntos moralmente, están entrando en un estado de separatividad que no reconocen en sí mismos. La individualidad no tiene que separar…Estamos conociéndonos individualmente, para poder estar juntos de manera diferente, como seres íntegros, sin dependencias.
Salir de la dualidad bien-mal nos permite ver el motivo por el que algo aparece. Cualquier imposición, prejuicio en el conocer, limita a ver la verdad. Pero la misma debilidad hace que la persona se acoja a lo que sea para sentirse fuerte, entrando en la apariencia y en lo falso.
Entender lo que es la verdad es tan sencillo como tener la honestidad de querer saberlo, aunque esto suponga romper con los patrones que nos han sostenido hasta ahora, y que ya no nos sirven. Han sido útiles un tiempo, fundamentando nuestros valores. Ahora cualquier expresión tiene el valor del «igual» como información, como conocimiento. No hay nada más importante que otro, pues todo obedece a las necesidades evolutivas de cada uno, algo que vemos cuando vamos saliendo de esta dualidad.
Pero entonces, ¿cómo saber lo que es y lo que no es? Hasta ahora el conocimiento ha sido transmitido de fuentes externas… Pero ahora esto ya no sirve. La verdad es algo que solo puede comprobar uno mismo. Es en esta comprobación cuando sientes la certeza, y desarrollas valores, pues los comprendes en la misma materia. Por mucho que podáis leer esta información, no sirve de nada si no los comprobáis, y esto significa saberlo por vosotros mismos. El querer hacerlo parte de una voluntad hacia la verdad, algo que falta bastante en la sociedad. Se ha suplementado con la apariencia de conocimiento y se ve claro en la competencia que se ha puesto por encima de la calidad de las investigaciones. Muchos científicos buscan más el reconocimiento y el prestigio que el saber la verdad.
Hay que empezar por dirigir la voluntad hacia aquí, esto rompe barreras de cualquier tipo. La verdad nos aporta seguridad, pues es lo que es, sin condicionamientos. El efecto que produce en un ser funcionar con la verdad es ordenadamente libre. El primer paso para conseguirlo es la voluntad de querer que esto sea así, y lo veréis claro si entráis o no en este proceder cuando aparecen las pruebas de las condiciones. No nos engañemos, sabemos reconocer cuando pasa…el asunto es más serio de lo que parece, el mundo está en nuestras manos, y el «margen» no se estirará mucho más, pues está acabando de cumplir su propósito.
El mundo tenemos que entenderlo ahora cognitivamente, y es tarea de cada uno, y no se entiende si no tenemos capacidad de pensar. Esto tenemos que desarrollarlo y existen muchas maneras de llegar al entorno, a la verdad. Cada uno crea la suya, pues es la que le es más afín…todas tienen IGUAL valor, pues lo que importa es saber la verdad. Empezad con la voluntad, y veréis a partir de aquí cómo se abren todas las puertas.

Escrito por Meritxell Castells 9/9/2013

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *