LA SOCIEDAD COMO ECOSISTEMA, SOSTENIENDO LA IDENTIDAD

La sociedad como ecosistemaLa guerra en la naturaleza es un acto simbiótico, porque prevalece la conciencia de grupo, que condiciona un comportamiento en todas las acciones que se realizan. Es una lucha, pero se tiene en cuenta el todo, porque dependes de ello.
El desarrollo de la mente en sus primeras fases, aporta la racionalidad para diferenciar, para darle valor identificativo no a un grupo sino a cada elemento de ese grupo separadamente, pues nos dirigimos a la especialización… Un ser humano, es una especie por sí mismo.
Este tránsito es un aprendizaje, y una prueba considerativa, donde para salir de ella hemos de conocer toda nuestra historia…definir nuestra ubicación y dirigir sabiamente el próximo paso.
Los eventos hablan de dónde estamos. Hablamos de lucha contra todo… Contra las bacterias, contra los políticos, contra las enfermedades, la pobreza… Sin tener en cuenta que forman parte de un todo, en el que todos pertenecemos y que no conocemos cognitivamente su papel. Una bacteria tiene tanto derecho a vivir como cada uno de nosotros… Tiene una intención, que es su voluntad de existir, y que no es ni tan solo considerada. La pobreza existe como expresión de una distribución descompensada de los recursos, los políticos son personas que escoge el mismo pueblo, reflejan la dirección de la población como grupo, expresada en estos momentos en el aspecto cantidad en relación con la potencia de la intención (esto concreto os lo explicaré en otro artículo).
El desequilibrio de los ecosistemas empieza aquí, desde la no-consideración. Pues ante lo que no se conoce conscientemente, debe respetarse, pues su existencia forma parte de ese equilibrio del cual todo se mantiene.
Al romperse este equilibrio se inicia una guerra…diferente al «bellum» de la vida, y que es propia de una fase de nuestro desarrollo donde se aprende a que todo es posible, y se dirige de manera desconsiderada. A partir de aquí, cualquier reacción es de la misma naturaleza.
Estamos aprendiendo… Y forma parte de este aprendizaje querer ver el error, volver al punto de inicio, y emprender otra dirección desde una perspectiva más sabia. En esta labor, nos encontramos la primera resistencia… El no reconocer que hemos errado.
Es un tema de valores… Preguntémonos qué sostiene nuestra identidad. ¿La preferencia a sostener un error por no reconocer nuestra ignorancia cognitiva, prevalece al reconocimiento de la verdadera seguridad? Esto es lo que está pasando en la sociedad. Hemos entrado en crisis por ello. No es atracción hacia el poder… La sociedad está sosteniéndose, es pura supervivencia. Prefiere mantenerse en el error provocado por seguir valores ya caducos que reconocer su equivocación y abrirse a nuevos cambios.
La primera acción es el reconocimiento. Seguidamente, de manera inmediata se para la acción errónea, pues es un error seguir avanzando en una dirección equivocada. La acción es como un tejido, cuando hay un error, seguir tejiendo solo aporta más trabajo cuando hay que deshacerlo.

Escrito por Meritxell Castells 31/7/2013

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *