REFLEXIÓN SOBRE LA MUERTE, TÓXICOS Y CONSCIENCIA

REFLEXIÓN SOBRE LA MUERTE, TÓXICOS Y CONSCIENCIA

Hace tiempo descubrí que mucha gente no muere de manera correcta. 

El morir es algo que sabemos hacer por naturaleza. Está en nuestro cuerpo saber hacerlo como cualquier otra función. Morir correctamente significa que tu continuidad, en la tierra con los gusanos, en el cielo con las estrellas, va donde tiene que ir dentro del orden químico natural del universo. Si algo cambia ese orden, es como llevar una etiqueta que te manda a otro lugar.

Y qué produce esto? Para comprenderlo hay que entrar en el cómo sucede y en lo que es la consciencia.

La consciencia en su aspecto más básica es la capacidad de darnos cuenta de las cosas. Te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor, de lo que le ocurre a tu cuerpo… la consciencia te sitúa y te permite decidir correctamente. Para decidir es importante tener nuestras herramientas (cualidades) bien puestas. La consciencia no es solo un asunto de la mente. También está en el cuerpo, que sabe lo que tiene que hacer para restaurar sus funciones, al margen que te enteres o no.

La consciencia es una substancia clave en todo, te permite darte cuenta de cuándo parar algo. La vida está para experimentarlo todo. Cada interacción tiene su tiempo para ser constructivo. Si te metes a experimentar algo que puede matarte porque en ello aprendes algo importante, el secreto está en conocer el límite que te altera, saber ver entre ser y no ser tú, y cómo repararlo antes de que vaya a más. Meterte lo justo para que no te fulmine y veas lo que tenías que ver de ello.

El principal causante de la alteracción de la consciencia son las drogas, sobre todo las que se toman con el falso motivo de restaurar la salud (ya sabéis a las que me refiero). Las drogas siempre han sido una trampa y una interferencia. Trampa porque supuestamente hacen aquello que tú dejas de hacer (te sustituyen), e interferencia porque están interfiriendo directamente en la recuperación de lo que necesitas restaurar o desarrollar (la consciencia los “hilos conectores” con todo. Y la manera de hacerlo es rompiedo más el lazo con ello. Las drogas alteran la conscencia, te hacen estar enfadado, defender fanáticamente incoherencias. Alteran el pensamiento lógico y coherente porque eso es algo que solo parte de un estado interno de integridad. Separan a la gente, te frenan la comprensión profunda, la que está fuera del procesamiento de datos como memoria. Por eso cuesta un poco de ver a priori, porque uno en su vida diaria parece que “piensa” con naturalidad. No, lo que está haciendo es mover datos ya hechos (memoria), usar palabras robadas (por eso casi todo el mundo repite lo mismo). La combinacion del orgullo de querer tener la razón y el miedo escondido a reconocer que se equivoca junto con la negativa a tomar las riendas de las propias decisiones (por ello hay un rechazo a hacerlo), son los principales obstáculos a verlo.

Muchos creen que las drogas abren la consciencia, pero es solo una falsa percepción, una mentira para justificar la adicción. Abrir la consciencia es un acto hecho por uno mismo. Si lo hace la droga, tú no haces nada. 

La consciencia es una substancia que nace de tu individualidad y participa de ello el propio ser en su integridad (y con esto incluyo a las células, átomos…). La consciencia te hace darte cuenta de tu “límite” interactivo. O sea, cuando dices “no y punto”.

La salud viene de la integridad, de estar conectado, pues entonces, es igual lo que te ocurra. Si estás conectado contigo mismo, lo que sea lo restauras. 

La función a restaurar es la conexión, sea con lo que sea. Cuando no haces una función es que la has desconectado de tu “ordenador central”. Es lo mismo que decir “olvidarse de cómo se hace algo”… incluso de morir. 

Las funciones siguen ahí pero es como si estuvieran adormedidas, atontadas.

El vehículo de la consciencia en el cuerpo es el sistema sensitivo.

La consciencia de la humanidad está profundamente alterada. La democracia, la conexión entre nosotros, el respeto por el medio,el pensamiento crítico… todo lo que hemos construido como especie, dónde está?Lo que conocemos como vida está desapareciendo y a la gente no le importa! Tampoco veo que a los gobiernos les importe que a la gente no le importa.

Aquí es donde vemos que algo importante no funciona. Algo ocurre y muy grave.

Pero hay una sociedad profundamente adicta. Los tóxicos van entrando, son un atentado silencioso en el tiempo. Van entrando poco a poco y uno tiene que ponerse por encima de esa adicción para tener el valor de cerrar ese grifo e ir revertiendo los efectos antes de que sea demasiado tarde. Cuántos se atreven a cerrar la puerta completamente a todos esos venenos introducidos y respaldados por normativas para que te sientas seguro con ellos? Cuántos se atreven a recuperar su capacidad de decidir? De ser conscientes? De poner límite a todo lo que están haciendo? 

Qué valor le das a la vida? 

Ahora ya no se trata solamente de la sovrevivir, pues hay venenos que siguen hasta después de muerto. Los generadores son los mismos de siempre, y en su insistencia ahora hasta en la industria alimentaria, el aire, las aguas… Solo llega cuando uno lo acepta.

La consciencia es el nexus con el universo, con la auto-restauración de nuestras funciones, con el saber nacer y el saber morir. Es el valor máximo en estos momentos, el éxito que el dinero no puede comprar. 

Es uno mismo el que tiene que parar esto a tiempo, cuando todavía queda algo de consciencia. 

Meritxell Castells 19-9-2023

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