POLÍTICA NECESARIA Y POLÍTICA INNECESARIA

KronosLo que excede su expresión en el tiempo se corrompe. El rebaño necesita un pastor hasta que las ovejas están preparadas para ser independientes. Los acontecimientos son los que hablan, y ahora ya es más que necesario que cada uno tomemos el mando de las decisiones que nos conciernen.
Las lecciones aparecen de muchas maneras cuando necesitamos aprenderlas, y desaparecen cuando ya las hemos aprendido. Siempre vamos a tener lecciones que aprender, y habrán ejemplos a todos los niveles. El verdadero problema con la política actual lo producimos la misma sociedad con nuestra persistencia a no aprender las lecciones, que en este momento tienen un punto común, pasar del rebaño al individuo.
Tan corrompida está la política como la sociedad. Es el exceso de una expresión la que genera corrupción, sea lo que sea. Fuera del principio de lo justo, la realidad no se mantiene en simbiosis.

Nosotros como pueblo nos corrompemos con nuestra resistencia a dejar «el biberón». La actitud de la exigencia lo confirma, si no, cada uno sentiría su responsabilidad en todo esto en vez de culpar al que creemos que no hace bien su trabajo… ¿Y el nuestro? ¿Estamos haciendo cada uno individualmente la parte que nos corresponde? ¿O nos quedamos en la rabieta infantil o el miedo de exigir al que hace igual que nosotros?
¿Dónde ha derivado nuestra conducta? Que cada uno se lo cuestione individualmente. En lo que hemos hecho y en lo que no hemos hecho.

De entrada, valora tu actitud ante estas afirmaciones… Si te preguntas si tengo razón, o en qué parte eres tú responsable de lo que está pasando, estás en una actitud de aprender y resolver. Pero si entras en más queja, sin intentar entender tu responsabilidad en todo esto, ni tan sólo plantearte si la tienes, estás en la rabieta infantil de siempre. El mundo somos todos, cada uno con nuestro particular ecosistema, compartimos uno mayor. El que tiene muy claro lo que estoy diciendo, aunque esté aportando su parte conscientemente, no se excluye. Si hablas de ti, eres tú. Si hablas del mundo somos todos.

Mientras sigamos así, sólo alimentaremos el ojo por ojo, unos en un extremo, otros en el otro, sin ninguna predisposición a aprender y a ver qué podemos hacer cada uno individualmente. Es algo que tiene que partir de una decisión individual interna, sin buscar la referencia del comportamiento del otro.
La predisposición individual nace de la Voluntad de ser uno mismo, y esto no es egoísmo, precisamente es inteligencia y desenlaza en simbiosis. Cuando eres tú, consideras y respetas todo lo demás, porque has aprendido primero a hacerlo en ti.

El político corrupto se aposenta en la insaciabilidad, la frustración de poder que vemos representada en el «mito de Pan». El verdadero poder sólo puede ejercerse en uno mismo. Las relaciones de la naturaleza son simbióticas, cada uno con la responsabilidad que ejerce como causa que afecta a lo demás… Una forma de poder si queréis llamarlo así.

Nada es ajeno a uno mismo. Por supuesto que necesitamos un cambio, pero sólo podemos hacerlo en cada uno, algo que empieza dentro, y de ahí se expande a todo lo demás. El cambio depende de una decisión desde esa responsabilidad.

Pero, ¿realmente estamos preparados para tomar nuestras propias decisiones? ¿Para decidir lo que es correcto? El primer aspecto es ser consciente de esto… Empezar a preguntarnos estos asuntos de entrada nos sitúa en nuestra evidente ignorancia. Y nos plantea desde la Voluntad el buscar un cambio.

Cuando el pueblo, y desde la vivencia en cada uno de nosotros, siendo consciente de la situación, decida voluntáriamente que quiere cambiar, verá su inmediata limitación. Es entonces cuando desde la Voluntad, y regido por su propia química, pedirá un gobierno de Sabios. Os preguntaréis hasta cuándo… Con un pueblo consciente, su existencia en el tiempo como impulsor de la sociedad será justa.

Meritxell Castells 19/7/2014

Photo credit: Rafael Edwards

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *