Cuando algo entra en crisis es evidente que requiere un cambio. El mundo está llegando a extremos, y lo vemos porque los valores en los que fundamentamos nuestra existencia entran en un estado de corrupción como nunca habíamos visto. Esto pasa por el desarrollo de la mente, que le da un carisma a los problemas de «maquinación». Conflictos siempre han existido, y no estamos tan apurados, pues la ignorancia es algo que pasa a la opción de ser resuelta. En realidad porque estamos en época de opción…desarrollando la libertad característica de este momento evolutivo. Hay acontecimientos externos que más que predisponen contribuyen a que algo se exprese de una cierta manera, pero son las gentes las que determinan los cambios.
El poder es voluntad , y hay voluntad si hay sabiduría. Estamos viviendo los asuntos de poder en el mundo como un sometimiento…lo parece, pero no es así. Hay un intento de someter, pero si os fijáis hay una salida, la opción a no entrar en ese rol. El verdadero poder no necesita someter, es un mutuo acuerdo entre el que ejerce la voluntad de dirigir, pues hay sabiduría para hacerlo, y el que reconoce el poder del otro, reconoce esta sabiduría, reconoce los valores como algo válido, como un fundamento. En cierta manera está pasando así… El poder está corrupto porque los valores están corruptos. Una sociedad que cree que la fortaleza de un ser está en el que ejerce más «poder» sobre el otro, tiene un valor, y lo aplica, pues el gobierno por el que vota, será un gobierno así. Evidentemente son valores que no se reconocen así, pues sería reconocer la propia estupidez. Pero podemos verlos expresados en la sociedad, en lo que seguimos, en lo que buscamos…en nuestras direcciones… Es en esto en lo que vemos reflejado lo que somos. Si realmente estas personas llegasen al poder, harían lo mismo.
Cuando algo no funciona, todos somos responsables. Si vives en el mundo, eres el mundo.
La voluntad en estos momentos se expresa como opción pues estamos desarrollando la libertad. Encontramos mucha información, manipulada o no…eso lo tenemos que determinar cada uno.
Es evidente que si queremos un gobierno de sabios tenemos que escogerlo nosotros. Pero volvemos a nuestros valores…¿cuáles son? ¿en qué creemos?
No es el dinero, ni las armas… Somos las personas, y nuestros valores, que se elaboran a partir de facultades que desarrollamos con la voluntad de quererlo hacer, pues no están establecidas socialmente. Evidentemente el poder corrupto no favorece la sabiduría del pueblo…no son sus valores. Pero es que no ha de ser el poder quien lo fomente, es el pueblo que tiene que dirigir la voluntad a buscarlos a pesar de la adversidad con la que se presenta su desarrollo. Es dificultoso, pero no imposible, pues ahora prevalece la opción. La verdad está a nuestro alrededor. Es el desarrollo de la capacidad de saber, y todos los datos que conciernen al individuo, a aquello que nos hace recuperar lo que voluntariamente hemos entregado…nuestro poder.
El que realmente quiere ver, la verdad está y la encuentra. La opción está por encima estos asuntos, pues hay libertad, pero es el individuo el que escoge. Por eso la solución está en cada uno, en restablecer nuestro poder. ¿Cómo?
El poder sale de una identidad. Identidad es saber quien somos, hasta donde podamos llegar a ver. Cuando nos observamos, vemos un cuerpo físico que realiza las funciones que nos mantienen en vida… Algo tan importante como es el mantener la vida no puede ser solo información orgánica. El cuerpo físico es materia viva, que lleva la sabiduría de millones de años de evolución. Fijaos en cualquier función, por ejemplo, el latir del corazón… Tenéis que ver la sabiduría que hay para comprender lo que representa. Las leyes que necesitamos saber están en la materia, y la manera de acceder es a través de nuestro cuerpo físico. No con sometimiento…todo lo contrario, no es posible acceder a los campos de la materia si no hay la voluntad de hacerlo a partir de un poder sabio.
Restablecer nuestra primera identidad es reconocer el sabio que somos. Es en este reconocimiento que se restablece la primera identidad de la que siempre os hago referencia. El verdadero poder está en el individuo y empieza aquí.
Escrito por Meritxell Castells 13/9/2013