Mostrar sentimientos ha estado considerado durante décadas un acto de debilidad. Pasamos por momentos de desarrollo y despertamos comportamientos a los que no damos justificación pero que como todo tienen un sentido. ¿Por qué saberlos ahora? Porque es momento de actuar conscientemente. Os lo explico.
El factor Humano siempre lo hemos atribuido a aquel que manifiesta una atención de consideración y respeto hacia el desvalido, pues en principio es el que en ese momento parece necesitado. Es una relación que llamamos humanitaria, y es lo que podríamos decir una «madre social».
Las «madres» te ayudan y te nutren hasta que tú puedes valerte por ti mismo, pero existe una tendencia social a seguir alimentándose de la madre. La naturaleza funciona con la ley del mínimo gasto de energía. Si algo le viene dado de fuera, deja de hacerlo por sí misma.
El mantenimiento de este rol que denota una falta de fortaleza y de autodeterminación alimenta a una conducta que ha ido desarrollándose paralelamente en otro sector de la población, el aparentar por encima de todo no ser vulnerable…y para ello, el sentimiento queda tapado.
Ambos casos son dos extremos de un mismo rol…unos lo manifiestan como debilidad y otros como un aparente poder.
Pero si entramos más profundamente, podemos ver algo mucho más interesante y para mí más certero, al tratarse de un aspecto que trasciende la tendencia clasificativa dual bien-mal, y que tiene valor evolutivo.
La conducta de acercamiento a un ser, sea por los motivos que sea, nos conduce a aprender, de uno mismo y de lo que nos rodea. La naturaleza, las leyes de la vida…de la materia…las aprendemos acercándonos a ellas. A más acercamiento más exactitud con la información. Podemos decir que sabemos más «Verdad», algo que percibido desde la vida no es ningún problema pero desde la mente sí.
En la Vida está todo inter-conectado, el concepto de ecosistema es un principio de comunicación de todos los seres y se percibe tal y como es, es una unión esencia con esencia, una extensa red del todo.
Desde la Mente todo es distinto. En sus primeras fases de desarrollo separa para diferenciar, definir cada minúscula expresión. Esto amplía las interacciones porque se viven como algo nuevo. Percibes la identidad del otro porque lo ves diferente a ti, a diferencia de como lo veías desde la vida que era parte de ti.
En un contacto, nuestro comportamiento se mueve por una especie de atracción-repulsión que nos acerca progresivamente a la conexión cada vez más exacta.
Acercarse a la Verdad es un asunto de desvelar algo que ya sabemos, pues ahora debemos descubrirlo desde otra parte de nosotros y con ello la desarrollamos.
La «repulsión» no es más que una vivencia de la diferencia, y se vive como «menos Verdad». En cierta manera es como una protección ante ese conocimiento tan puro de algo que percibes como una hostilidad porque lo ves diferente a ti. Se convierte en una conducta, expresada como indiferencia, egoísmo, altivez, separatividad…a mayor o menor grado…más o menos visible, y a ello se le ha dado un valor social que ha fundamentado un comportamiento durante décadas.
¿Por qué así? Para protegernos de la Verdad por «ser muy pura», hasta que podamos verla como algo cercano para la mente,. Desde ella no hay sentimiento, es puro enunciado. La reacción es química, lo que estamos preparados para sostener, lo recibimos con los brazos abiertos. Lo que sentimos como una gran diferencia, lo rechazamos.
Os preguntaréis cómo funciona este «filtro» de la mente. ¿Qué determina el grado de familiaridad de una información? Lo conocido. Desde la vida lo sabemos todo y sentimos la familiaridad con la verdad con una sensación muy clara que es percepcible y diferenciable desde lo físico. Sí, podemos decir que la certeza tiene nombre, pues solo se comprueba la verdad desde donde existe dicha información en nosotros. Pero la mente, lo que hace es contrastar lo adquirido cognitivamente. Si os fijáis esta información adquirida no podemos comprobarla si no es con la certeza de una percepción completa, como la que es propia del cuerpo físico. La percepción de la mente no solo es externa sino parcial. Por eso, la conexión con la información es un acto íntegro. El cuerpo físico ya lo sabe todo, pero tiene sentido de «comunidad» y cuenta con la mente para realizar una comunicación conjunta.
Lo natural es una conducta que va evolucionando hacia la integridad con un aprendizaje sano que conserva el orden natural de la vida y lo amplia con el desarrollo de la conciencia. El problema es cuando se desvía este orden a partir de conductas que se cristalizan. Por ello la educación es importante que sea enfocada con esta perspectiva.
La tendencia a tapar la Verdad es huir de la exactitud, y como toda conducta continuada se acaba convirtiendo en inercia, este tema se cristaliza. Entonces pasa de ser una conducta propia de un momento de la evolución a convertirse en un problema.
¿Y cómo se soluciona?
En temas de individuo, sabéis que siempre acabamos en lo que nos hace falta… Conciencia.
La inercia se soluciona con conciencia en nuestras acciones. Si somos capaces de ver por qué actuamos de una manera, completamos esa expresión de una manera ordenada en el tiempo y cuando ya no la necesitamos, la trascendemos.
La conciencia aporta nuevos valores. Los valores sociales que tenemos ahora nos vienen de fuera. El cambio está en crearlos desde dentro, fundamentados en la coherencia y el conocimiento individual. ¿Por qué individual? Porque es cuando podemos saber con certeza, encajar los acontecimientos dentro de una coherencia evolutiva. La inercia podemos explicarla y entender por qué pasa, pero el acto en sí cuando funciona como inercia responde a ese «no sé» constante que vemos en la conducta de la sociedad. La conciencia rompe con el «no sé», crea una sociedad inteligente y segura de sí misma. Entonces, la fortaleza ya no es un acto de apariencia, sino de realidad, y sobre la realidad, los valores se pueden restablecer como información más exacta a la Verdad.
Escrito por Meritxell Castells 11/12/2013
Hola Meritxell,
Me ha gustado tu nuevo artículo y espero que lo lea mucha gente porque siempre podemos aprender y cambiar nuestro comportamiento/sentimiento y conocer lo desconocido suele quitar nuestros miedos.
Un abrazo,
Martin
Muchas gracias Martin. El tema es que el conocer no es algo separado de lo que somos… Es desvelar, pues el conocimiento ya lo tenemos desde la Vida, ahora lo hemos de sacar y aprenderlo con conciencia desde la mente. Somos muy sabios, y tenemos la sabiduría para verlo, es el don de la certeza. Qué falta? Valor…atreverse a encontrar esta Verdad. Un abrazo!
Hola Meritxell Castells.Me gustan tús articulos enfocados, siempre en el crecimiento personal y espiritual. Creo que las personas que muestran un grado de sensibilidad hacia el mundo,son aquéllos que si, empatizan con el dolor y sufrimiento de los demás.Por tanto,ésta clase de personas, si entienden el mundo y sus problemas.Aúnque los mediocres los tachen de cobardes ,y sensibles.Ser consciente es, sensibilizarse con el mundo.,y accionar de manera consciente y responsable en él. Es decir, con amor y respeto hacia uno mismo y hacia todo lo que nos rodea .Saludos.
Cuando sientes el valor de algo es que tienes en ti la esencia para apreciarlo 🙂