La socialización hacia lo humano está siendo una tarea difícil, por la persistencia a seguir con los mismos valores en cuanto al poder. Es evidente, lo que no se tiene y se necesita, se busca hasta cumplir el objetivo. Sí, el poder es buscado porque no se tiene realmente. No se trata de cómo lo conocemos. Eso no es poder. La conducta hacia el reconocimiento es una manera de expresar este vacío.
¿Y qué nos falta?
El verdadero poder, la propia identidad. Y ha de ser reconocida por uno mismo.
Mientras, la sociedad vaga en una insaciabilidad, con un matiz altamente competitivo, expresado en la cantidad y poca calidad… Una especie de ansiedad camuflada en rapidez que el mismo vacío alimenta.
Esto lo vemos mayormente en un sector concreto de la población, donde como parte común tienen un cierto tipo de poder, aunque no son los que toman las decisiones. Ansían el poder, en forma de reconocimiento social.
Pero el verdadero poder no es dependencia… Cuando dependes de algo no eres íntegro. La integridad solo rinde cuentas a sí misma. Es por ello que un Ser Humano no necesita dominar a nadie. Su interés es opción. Interacciona de manera libre, favoreciendo la evolución de su entorno.
El verdadero poder está en la verdad de lo que es uno mismo. Para que me entendáis, tiene más poder un ignorante que reconoce su ignorancia que un científico que vive en la mentira. La apariencia no es sólida, tiene una expresión limitada en el tiempo. Es como un margen.
Pero la verdad…¿qué es realmente? ¿cómo podemos saber lo que es y lo que no es?
Los que es, ya existe. Somos nosotros que llegamos a ello de una manera parcial, o errónea, o total. Vamos a llamarle grados de exactitud en nuestra interacción con ello. Si el contacto (la interacción) es total, el conocimiento es exacto. Y llegamos a la información. Como el elemento que capta esta información somos nosotros, dependerá de nuestros receptores. Y más tarde de lo perfeccionados que estén esas partes de nosotros que interpretan de manera consciente lo que hemos captado.
La percepción más directa es física, no me refiero a los órganos de los sentidos solamente…me refiero a la propia materia. Se conoce como sensitividad, y se expresa en grados. Nuestra materia reconoce todo lo que conecta, pues toda la información funciona como un ecosistema. Esta «comunicación» entre los elementos de la materia es inconsciente, pues se produce desde niveles elementales. Nuestra tarea cuando evolucionamos es hacer consciente estos «lugares». El reconocimiento de este «ecosistema» perfecto que somos es el primer paso, pues es nuestra primera identidad. La interacción con la materia en estos momentos empieza aquí. Y aunque no seamos conscientes del todo, estamos en ello. La mínima percepción consciente cuando hay un reconocimiento de nuestro sistema vida es verdad, aunque sea parcial.
La prueba está en la saciabilidad. Cuando nos reconocemos realmente, no buscamos ese reconocimiento, pues ya está saciado. Lo mismo en el poder, en la alimentación… Recordad que me refiero al poder verdadero. Si no es verdadero, es insaciable. En la alimentación pasa lo mismo. La finalidad no es comer, es nutrirse, y el que no se nutre sigue teniendo hambre, hasta que su objetivo sea cumplido. Esto podéis aplicarlo a todo.
Escrito por Meritxell Castells 19/8/2013