Aunque aparezcan noticias donde parece que se avanza, no es así. La dirección es equivocada y un avance es más desorden.
Los descubrimientos que se realizan en el sector que concierne a la vida están basados en descubrir elementos que componen toda su complejidad, y funcionalidades. A partir de aquí se intenta corregir o compensar, pero en ningún momento se intenta comprender el porqué es así. La naturaleza es suficientemente sabia como para tener sus razones, sobre todo cuando no se conoce la totalidad de su expresión.
Si el enfoque de la acción fuera neutral, asumiendo la falta de datos, todavía avanzaríamos, pues se asumiría con respeto lo que se tiene delante. Pero la acción está fundamentada en ideas que van en contra de la continuidad de la vida. El resultado, es un derroche, un «parche» tras otro, generando más enfermedades y más dificultad a la recuperación.
Pero el error es mucho más grave… Se sitúa en un nivel más elemental de su manifestación. No puede haber pensamiento hacia el porqué, si no hay una creencia de que pueda haber un motivo.
No hay creencia en la vida, podemos pensar que es porque no se conoce totalmente, y atribuir el acto de creer a un asunto de fe. Pero no es eso… Es un asunto de certeza.
¿Y qué diferencia hay? Os lo explico tal y como lo he escrito en el libro que concierne este tema y que todavía estoy escribiendo.
«Fe es confianza, creencia. No tiene por qué ser fundamentada, no es su condición. El sentimiento de “fe” permite un salto en la expresión de la conexión con una información. En lo que tenemos fe, es algo que está como en otro mundo, fuera de la verífica. La manera de conectar es a través de un “salto” en los sistemas de conexión de ideas. Esto permite el desarrollo de otras cosas. La fe, combinada con un sentimiento de verificación constante, estira la capacidad de llegar a la información, conecta dos mundos sin secuencia. Este asunto añadido es un primer punto de certeza. ¿Y qué es esta? Es la fe fundamentada. La sabiduría del propio principio reconocido.»
La fe es creencia sin necesidad de fundamento. Certeza es el saber íntegro, es lo que se sabe. La vida es sabida por uno mismo, aunque no es conocida cognitivamente. Es un hecho integrado desde nuestra base biológica. Podemos ver la perfección con que la vida se fundamenta, la completitud no excluye la opción de seguir existiendo, todo lo contrario, es prioridad máxima.
Así pues, ¿faltan motivos? ¿O nos encontramos ante un interés desviado? Alimentado por una entrega voluntaria del poder, no a los medicamentos, sino a la rebeldía ante la individualidad.
¿Faltan motivos para poner en marcha la continuidad de la existencia consciente? La vida se presenta en otras formas de existir…y pone a prueba todo, sus bases y por supuesto su voluntad de ser.
Este evento presenta el conflicto hacia la individualidad, que empieza en el reconocimiento de la primera identidad, la biológica. Nuestra fortaleza está reprimida… por uno mismo, y solo puede recuperarse desde la propia voluntad de hacerlo. La entrada a la propia certeza es la coherencia de millones de años de historia y vida.
La medicina basada en la dependencia es un agujero donde pierdes tiempo-energía, empleado en compensar constantemente los fallos de una terapéutica incorrecta. Ahora ya no es necesario.
Si se buscan problemas, busquémoslos en el reto de comprender.
Escrito por Meritxell Castells el 23/7/2013